Debido a nuestra experiencia en alquiler de coches en Menorca, hemos sido capaces de dedicar varios artículos a la seguridad, no sólo enfocada desde la perspectiva de la conducción, sino también acerca de cada uno de los componentes del vehículo (batería, neumáticos, suspensiones, cables y bujías, anticongelante, aceite y filtros, …) que, en mayor o menor medida, contribuyen a su correcto funcionamiento y, en definitiva, a que viajemos seguros. El líquido de frenos es uno de ellos que, para sorpresa de muchos, ¡caduca! Los estudios indican que el 23% de los vehículos que circulan a diario por las carreteras españolas lo hacen con el líquido de frenos en mal estado.
Por ejemplo, en una ITV difícilmente los operarios se cercioraran de ello, pues ponen mucho más interés en el análisis de pinzas, zapatas, discos ,… en lugar de analizar si hay burbujas de aire en el circuito, o bien, determinar el estado de los latiguillos. Digamos que ponen el punto de mira en el reparto y la efectividad de la frenada. De esta manera, corresponde a nuestro taller de confianza conocer su estado y, a nosotros mismos, estar atentos a cualquier anomalía (chirridos al pisal el pedal, el coche se va de lado, …).
En este sentido, debemos tener en cuenta 2 conceptos: temperatura y punto de ebullición. Cada gota de humedad del ambiente reduce el punto de ebullición, es decir, hay claras diferencias entre una conducción en la montaña y/o en la autopista. Si al analizar el líquido de frenos de nuestro vehículo el punto de ebullición está entre 120-150º (se puede alcanzar 140º realizando una frenada en seco a mucha velocidad), no hay problema. Sin embargo, si el punto de ebullición está entre 160-190º, no deberías retrasar mucho tiempo la sustitución del fluido (160º se puede alcanzar realizando un exceso de frenadas por autopista). Finalmente, si el punto de ebullición supera los 190º es altamente recomendable cambiar el líquido de frenos (se puede sobrepasar los 180º al frenar en puerto de montaña).
Los talleres mecánicos disponen de un aparato especifico para realizar el test del punto de ebullición. En apenas 5 minutos, el aparato toma algo del líquido del depósito del cilindro de freno principal y lo analiza. Sustituir el líquido de frenos no resulta muy costoso (teniendo en cuenta su importancia), alrededor de 40.00€, dependiendo del concesionario/modelo. Su caducidad está entre los 2 y 3 años.
¡Ya sabes una cosa más! Nuestra tarea es estar siempre atentos a cualquier posible anomalía. Una vez la hemos detectado, dejemos que los profesionales de confianza hagan su trabajo.