La Organización Mundial de la Salud ha declarado en numerosas ocasiones que las emisiones emitidas por los motores diésel son cancerígenas para las personas, pues están asociadas con un incremento del riesgo de cáncer de pulmón, incluso de vejiga. Los científicos, de igual modo, afirman que los motores gasolina también desprenden unas partículas cancerígenas, no obstante, no son perjudiciales en el mismo grado. De ahí que el Gobierno castigue a los vehículos con motorización diésel con más impuestos por su impacto en el medio ambiente y a la salud humana. La exposición a sus gases aumenta hasta 3 veces más las posibilidades de desarrollar la enfermedad.

En las dos últimas décadas existe cada vez más la sensibilidad medioambiental, un hecho que no es de extrañar, y a tenor de lo expuesto, provoque la extinción de los motores diésel de cara a las próximas generaciones de automóviles.

Menorca es una isla de reducida extensión y con gran atractivo turístico y medioambiental. ¿Por qué no se implantan en la isla los coches eléctricos? Puede ser un escenario perfecto para poner en práctica la tecnología de vanguardia. ¿No Creéis?